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Happy 'n' hard

No se que dia es.

No se que dia es.
5 de agosto de 2012 a la(s) 2:50 

  Con su sonrisa dolorida, y sus ojos apagados era suficiente para revolucionar todo el hogar. El perro, largas horas autista a cualquier palabra, ruido, o intento de estimulo, se tornaba alegre, vivaracho, incluso amable y juguetón. Había llegado la luz.

Corriendo, ladrando, saltando, lamiendo, brincando era un sinfín de felicidad. La tristeza y la desazón por su partida quedaban olvidadas. - No importa lo mal que lo he pasado. Ahora estás aquí, y mientras estés, yo estaré bien. Te seguiré, te traeré un cojín para que juguemos, si quieres, y si no da igual. Me siento a tu lado, me echo a tus pies, y pobre del que te quiera mal.

 

   A menudo he oido decir que los perros tienen un sentido especial, con el que logran descifrar el ambiente, las situaciones, las tensiones, o lo que es más difícil, el estado de salud de las personas. El lo sabe. Y al igual que los Indios nativos del Norte de América, respeta y no molesta a quien la vida le ha dado unas cartas que nadie querría para si.

 

¿Qué es un torbellino atrapado en un recipiente del que no puede salir?. De buenas a primeras pensariamos que nada. Una fuerza de la naturaleza encadenada y encarcelada. ¿Y si ese torbellino esta recluido en una botella de fino cristal labrado con amor, con la mayor de las atenciones y el mayor de los cariños?. Seguiremos pensando que sigue sin pasar nada, que mejor. Que una fuerza envasada en una hermosa prisión.

   Pues yo tengo miedo al momento en que salga. Y saldrá. Y daría mi bien más preciado para estar alli, y minimizar los daños. Pero no podre. Recoger cada pedazo de vidrio, guardarlos y con más paciencia de la que se me atribuye reconstruirlo. No importa el tiempo. No importa el esfuerzo.  Y mientras tanto enfrentarme a la fuerza desatada para intentar aplacarla. Que épico suena... Pero nada más lejos de la realidad. El torbellino es dolor, es desazón, es tristeza, desorientación, y soledad. Quizás aislamiento, o quizás enfermedad. ¿Que puedo hacer yo contra todo eso?. ¿Que puede hacer nadie?.

    Su sonrisa ya de por si difuminada, y sus ojos cada vez más enturbiados, son un arma y son un balsamo. Como la tormenta y las estrellas. Hacen daño, pero aun así quieres verlos. Sentirlos. Para bien, y para mal. Y quien sabe, probablemente los veré fugazmente, seguro que los veré, y mi sonrisa ahora mismo inexistente, y mis ojos oscuros se tornarán vidriosos, y la fuerza tanto tiempo demostrada extraida de quien sabe donde, hará flaquear mi espiritu y maldeciré el haber cogido aquel camino aquel día. Porqué no sabía a donde conducía y no sabía lo que le espera. Lo único que se desde  el momento primero, era que no queria ver sus ojos y su alma llorar.

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