Vosotros insulsos montones de materia gris salpicada de parafernalia y de uso escaso, caras amables y dagas afiladas apuntando a la espalda,

Vosotros materia gris inutilizada, contaminada de mil palabrejas, llantos delirantes de terror hipnotico y paranoico,

vosotros grandes ciudadanos, de familias acomodadas y de noble linaje que aireais los minusculos incidentes de los demas y ocultais vuestras grandes y pateticas tragedias, con gestos innobles pero que placen de cara a la galeria.

Escoria vil, cegada por su propia nariz, de la cual no veis mas alla. Pensais que vuestros hijos os dignifican, y que os haran grandes. Cegados por vuestra propia autodenominada y proclamada grandeza, ignorais en que estan metidos. Mediocres sirvientes de vuestra propia altaneria, habeis vendido vuestras almas al mejor postor, que no es otro que la fusilanimeria.

Celebro no estar en vuestro circulo enfermizo, atrofiante y denigrante de los que no son como  vosotros. alergicos de las personas mundanas y colericos de quien no conoceis, y a los que tratais como inferiores.

Raza bastarda de ego extratosferico y de mezquindad barriobajera.

Caminad con la cabeza gacha ante vuestras propias culpas cuando todos seamos juzgados, que quien no osa miraros a la cara por miedo a vuestro desprecio, levantara entonces su menton y sollozantes os arrepentireis de vuestras faltas, menosprecios, juicios, y sobretodo de vuestros actos, esos actos que sabreis que causaron inhumano dolor solo cuando la balanza se incline del lado de la justicia, de la que ninguno escapamos.

A vosotros van mis palabras, a vosotros cuyos nombre no quiero mencionar, por verguenza: verguenza ajena, ya que mi conciencia esta tan limpia como el mejor de los vidrios recien sacado de la lumbre creadora. Descubrid la vuestra y llorad y gemid de desconsuelo, porque la piedad no es para los soberbios ni los orgullosos.