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Viernes, ya sábado de madrugada y recurro de nuevo al viejo, polvoriento, y casi abandonado blog... Mi vida es como una montaña rusa en un parque de atracciones, de donde diviso otras diversiones, pero en la que estoy atrapado.

Hace unos meses, y tras pensarlo durante relativamente mucho tiempo, afronté mis dudas y miedos y contacté con Florynata (nombre en clave), que apesar de tener noticias de tanto en cuando, no había hablado con ella en años. Tras una fortísima discusión se rompió una relación, en la que parte de culpa fue mia, por no pisar el freno cuando tuve la ocasión.

La cosa es que accedió, y volvimos a hablar. Desde el primer día sentí que no había pasado nada, como sino hubiera habido pelea, ni hubieran pasado los años. Es enormemente complejo explicar los procesos mentales, sensoriales, y sentimentales que durante las semanas posteriores tuvieron efecto en mi.

No eran desconocidos para mi, porqué eran los mismos pensamientos y sentimientos que tenía hacia ella antes de la ruptura. Debido al hecho de que tiene pareja, y de la cual dos pequeñas, me sentí sin el peso que se arrastra cuando los sentimientos hacia una persona pueden llegar a buen puerto.

Pero mi corazón dió un vuelco, y mi vida se puso del revés cuando ella me dijo que sentía lo mismo. Poco a poco y charla a charla todo se fue enredando y llegó a su apogeo cuando los sueños de antaño se hicieron realidad. La persona que tanto tiempo había tenido en mi corazón, me decía que sentía lo mismo.

Tantos años,... tantas cosas,... y después de todo,... sentíamos cosas parecidas.

Pero como en todas las historias, hay algo que no cuadra,... demasiado tarde. 5 años tarde.

Quien sabe lo que traerá mañana, o pasado, o el més que viene, pero entre la desazón, la ilusión, todo lo inexplicable que tengo en mi cabeza y en mi corazón, todas las cosas que han pasado estos meses,... he rozado con los dedos la felicidad. Breves momentos, fugaces, pero que jamás olvidaré.

Siempre me arrepentiré de no saber que hubiera pasado si le hubiera mostrado mis sentimientos, como lo hice hace poco, cuando tuve la ocasión hace años, y ella era libre y sentía lo mismo. Oaciones como esa no aparecen muchas veces en la vida, y yo la desaproveche por cobarde. Dios !!!!!! Ojala hubiera tenido la fuerza, la decisión y la locuacidad que ella, si ella, comenzó en mi.

Creo que lo sentiré toda mi vida. Espero que no sea muy larga, porqué sino,... me quedan muchos años de dolor.