Hoy he oido esta cancion en unas fiestas, en version pachanguera, y me ha evocado cientos de recuerdos de cuando el mundo la escucho por la television en las olimpiadas de Barcelona 1992. Esa sin ningun tipo de duda fue la epoca mas feliz de mi vida. Con 20 años tenia los problemas de cualquier joven de esa epoca, y no imaginaba el futuro, solo vivia el presente, y era feliz. Todo encajaba, todo era facil y encajaba, y lo que no lo era no importaba ya se arreglaria... En septiembre de ese año la vida me guardaba una carta que no esperaba, y que me hizo crecer de una manera que tampoco esperaba.

Juan Antonio Samaranch, quien fuera entre otras muchas cosas presidente del comite olimpico internacional durante mas de 20 años, dejo escrito como ultima voluntad, que cuando se celebraran los responsos por su alma, pusieran esta canción en ellos. Fue un hombre afable con multitud de amigos, y admirado por mucha gente que solo lo veia por la tele o en los diarios.

Intentando entender el motivo de esta ultima peticion, se me ocurre que penso que la muerte no acaba con la amistad, solo la pospone. Y que queria que se le recordara como un amigo mas que por sus logros. No se, quizas no fuera asi.

Pero es una bonita manera de despedirse de un amigo.

La letra de la cancion habla por si sola, y como he dedicado muchas veces canciones aqui especificas para alguien, querria dedicar una en general, a los amigos que tengo, que tuve, que reencontre, que pense que no tenia, y me equivocaba. A los que puedo saludar todos los dias en la calle, a los que veo cada dos años por motivos de distancia,... en fin a los que creo, y creen ellos mismos que son amigos mios.

Un saludo, un abrazo, y como sugirio Samaranch, la amistad no se acaba con la muerte, si acaso se pospone.