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Happy 'n' hard

Un regalo de Dios? del hombre?...Da igual.


Reacción de Solomon al oír por primera vez

Estos últimos días me he sentido más hecho polvo que nunca. La espalda, la cabeza, los nervios,... ha sido una mala semana.

Pensaba en que desde niño siempre he tenido una salud, un poco más delicada que los demás. Cada cierto tiempo me tenian que dar vitaminas, ampollas, inyecciones. He tenido todas las enfermedades infantiles que se pueden tener, varicela, sarampion, paperas, gripes, y virus estomácales siempre que había una fiesta, en verano, en pasqua, en Navidad,... Mi madre solo esperaba la llegada delas fiestas para ver si en esa ocasión, no pillaba nada... pero no habia suerte. A los 16 se me fastidiaron las rodillas, con dolores muy fuertes, que se debían al crecimiento, a los 17 una fortísima anémia férrica que me tuvo un año y medio en danza,... y luego muchas más...

Recuerdo una noche en la que un médico me puso una inyección que creo un efecto paradójico, esto es, no solo no ayuda, sino que agrava el problema, y desesperado de dolor y llorando le pregunté a mi madre, que porqué me pasaba todo eso a mi. Que habia hecho tan mal para que Dios me castigara de esa manera, cebandose una y otra vez conmigo. Entre lágrimas los dos, me abrazo y me contestó que nada, pero era una nada que yo no podía comprender. No fuí nunca un niño travieso, ni me metí en líos, no di motivos para que nadie me quisiera mal, pero a cambio estaba recibiendo un palo tras otro...

 

Hoy, esta noche hace unos minutos, un amigo ha puesto en su pagina de facebook, el caso de un pequeño de, no se, quizás dos años que nació sordo, y que mediante la tecnología y unos implantes ha empezado a oir.

Del silencio más profundo que es todo lo que ha conocido desde que nació, a la sonoridad repentina. Como es normal, el niño no sabía que pasaba, pero en unos brevísimos minutos se ha adaptado, y en unos años no se acordará de lo que es el silencio sepulcral. Al verlo, un par de lágrimas han saltado de mis ojos hacia mis mejillas, no se bien aún si de tristeza, de alegría,... En todo caso me ha hecho darme cuenta de varias cosas. El niño en su sordera era feliz, porque habia nacido con ella y no sabia que era el sonido. El sonido ha sido una sorpresa para el y se ha abierto un nuevo mundo lleno de posibilidades. Yo no nací sordo, ni ciego, ni postrado en una cama sin saber lo que es correr. Nací más débil que los demás, pero con el poder suficiente de llevar hasta el dia de hoy una vida llena de posibilidades, empañada a veces por la falta de salud, pero una vida al fin y al cabo decentemente normal.

Ultimamente, cuando las cosas no iban lo finas que tocaban, ya no hablaba con Dios. Era una mezcla entre tener asumido mi mal, y falta de fe en que pudiera ayudarme. No lo había hecho antes, porque lo iba a hacer ahora?

En noviembre, cuando estuve ingresado en el hospital, en cambio, si hablé con él. No sabía muy bien que me pasaba los primeros días, pero le pedía que mi familia no sufriera por mi, si cerraba los ojos y no los abría. Se que lo pasaron muy mal todos. Los médicos hablaban con ellos, y las noticias no parecian muy buenas. Pero cada día que veía el sol entrar a ras de mar por la ventana, le daba las gracias por estar ahí, y porque mi familia, mi madre, y mi padre sobre todo, me tuvieran a su lado.

No he hablado con nadie de esto, porque no creo que nadie lo entendiera, y ya me bastan mis biografos, que se saben mi vida entera, y lo que siento, para que me den más calificativos de los que me han dado. Pero aunque no los nombre, por sus nombres, ni les de las gracias, los que han estado a mi lado cuando lo he necesitado, saben lo que siento por ellos, y no hace falta abrir la boca para que entiendan lo importante que son en mi vida.

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