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Happy 'n' hard

Muñecos de trapo, cortados por el mismo patron, pero con diferentes tijeras, afines y lejanos tiramos cada uno de nuestro carro, mientras el mundo gira, vive y respira. Ausentes de su latir, caminamos por nuestro camino tropezando una y otra vez con las mismas piedras, cual mulas sin memoria, y solo el tropiezo nos recuerda que ya nos la pegamos antes.

Las luces de la ciudad, y el bullicio frenetico de los urbanitas crean la ilusion del hermitaño que imagina su vida mejor entre ellos, mientras ingentes cantidades de citicianos salen al menor respiro de la intoxicada urbe de la que estan poseidos.

El urbanita llama tonto pueblerino al hermitaño, y este lo mira y sabe que el bocazas nunca ha visto la luna tan clara como cientos de noches la ha visto el, no ha oido un silencio tan profundo como nunca oira el, nunca vera la cantidad de estrellas que en noches frias y claras, y en estios abrasadores ha contemplado noche tras noche.

Inculto. Inculto por no vivir en una urbe. Las palabras del urbanita hacen pensar al hermitaño que la sociabilidad, la hospitalidad, el respeto, y el corazon,... el corazon y el respeto pueden ser tanto o mas grandes y arraigados en una persona de la tierra como en la de cemento. Pobre iluso que manifiesta su necedad ante el solitario, pensando, diciendo, y creyendo que en la gran urbe, La Urbisima esta todo lo que el hermitaño no tiene.

Busca en su interior, y radiografia el interior del citiciano y comparando ve el desgaste, la ira, la colera, la desconfianza, y el menosprecio que los demas urbanitas han implantado en su hermano de urbe. ¿quien es mas desgraciado entonces?

Aquel que teme a lo que dira la sociedad cercana, si se habla de un tema tabu, si se le ve con una persona desconocida, si se muestran afectos o complicidades,...

Despues del encuentro del urbanita,... ¿quien cree que el hermitaño vera la ciudad con los mismos ojos que al principio?. Su felicidad no consiste en vivir en un rio de frenetica actividad hidrologica biologica a la vez que neurotica. Su fellicidad consiste en lo simple, lo simple de lo simple. Lo minusculo de lo simple, aquello que el solamente puede observar y que le trae sentimientos de plenitud...

Luces de la gran ciudad,... demasiados luminicos hay en ella para encenderlas y apagarlas...

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