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Happy 'n' hard

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Cuando alguien cierra un blog, lo hace por motivos personales: se ha cansado, le supone demasiado esfuerzo publicar con cierta cadencia, no le aporta casi nada, se le han acabado las ideas, prefiere dedicar su tiempo a otras cosas etc...

Pero pocas veces se piensa en los lectores de ese blog. En la gente que ha seguido las peripecias de uno, le ha comentado, le ha conocido, le ha odiado o le ha apreciado.

No se piensa en las líneas de amistad que se han creado, en las personas que no te conocen físicamente pero con las que charlas todos los días, intercambias opiniones, preocupaciones y risas, a veces mucho más a menudo de lo que lo haces con tus amigos "de verdad" con los que te juntas el fin de semana, o una vez al mes, o ya casi sólo en alguna boda....

Cuando alguien cierra un blog, cierra la posibilidad de volver "a verse" con esas personas. Es como cambiar de país. Es incluso peor porque no hay teléfonos a los que acudir, ni cartas que escribir a ninguna dirección. Es decirle a ese puñado de personas que nos han querido que ya te cansaste de charlar con ellos, que prefieres tomar otros rumbos, que bueno, vale, que gracias por haber estado... y ya está...

Es injusto creo, cuando te han dado tanto, no?.

Y eso, es triste y egoísta, porque a lo mejor esas personas no quieren dejarte, no quieren perderte, no quieren que desaparezcas así de repente. Internet tiene estas cosas

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