Mi locuacidad y mi viperina mente, sarcastica, ironica, punzante, acida, esta noche no me acompañan. Apenas tengo palabras, y estas fluyen con inusitada lentitud. Una mescolanza de sensaciones, sentimientos, pensamientos, cuyos motivos conozco perfectamente me hacen enmudecer y callar mi ingenio y mi capacidad de expresion.

Un vistazo a mi mirada, y a mi faz bastarian para denotar lo abrupto de mis sentimientos internos.

Quizas porque en realidad se exactamente lo que sientes, o quizas porque como tu dices somos almas gemelas o nos conocimos en otra vida, y esos lazos son los que han hecho que tu inquietud me encontrara, sea lo que me haga sentir con esta desazón.

Mientras me hablabas esta tarde tus palabras formaban un nudo en mi garganta, y llenaban de lluvia mis ojos, cuya agua me resistia a derramar, pero que finalmente hicieron rebosar la presa de mi voluntad y fluyeron trazando riachuelos sobre mis mejillas.

Apenas una semana y se me antoja una vida entera.

Siento tu tristeza y tu pena tan intensamente en mi, como nunca habia sentido los sentimientos ajenos..

Y mi corazon se antepone a mi razon la cual no encuentra una fiable explicacion capaz de hacerme entender el porque de esta situacion.

Intento pensarlo friamente y me llamo loco, memo, lerdo. Me digo a mi mismo no son tus batallas, ni tus heridas, pero se dispara el diapason que timbra el son de mi corazon, y hace enmudecer mi mente. Solo siente. No da explicaciones aunque me afano en buscarlas, y otra vez caigo en lo mismo,... sobredosis de locura.

¿Como se puede coger aprecio tan pronto a alguien? ¿Como se le puede conocer, sin saber apenas nada?

Dios esto es de locos.

Pero me siento un loco triste, apesadumbrado.

No entiendo el motivo, no razono el porque, solo siento sin saber.

Tu confusion, ha creado mi confusion. Tu batalla, ha creado mis bajas, tu voz ha llenado mis oidos, tu angel caido ha hecho enmudecer al mio.