Con 14 años recien cumplidos empece en el instituto. Como todo hijo de vecino llevaba una mochila que pesaba un quintal, llena de libros cuardernos y de mas. a medida que iba pasando el tiempo y los cursos, el peso se iba aligerando hasta llegar a convertirse en un bocata, un par de folios y un boli. El niñito ingenuo se convirtio en el payaso de la clase, el que hacia reir a todo el mundo, incluso a los profes, el de la ultima fila, que segun ellos vivia de rentas, y que jamas cogio un libro si no era para dibujar en el. Con 19 años acabe el insti la selectividad, y el permiso de conducir. Eran buenos tiempos, amigos, amigas, acampadas, ...

Ahora miro al espejo y trato de encontrar a aquel jovenzuelo, pero soy incapaz de hallarlo. El payasin de ojos tristes, no esta. Se quedo alli, en los 19. 

A veces, en breves momentos surge un atisbo de lo que era, Sale su espiritu, e intento hablar con el, preguntarle que hacia para tenerlo todo y ser feliz, pero se encoje de hombros y desaparece. Me gustaria hablar con el, saber que paso, que me contara como hacia lo que hacia, de donde sacaba el valor. Hubiera ido a Cadiz, a Ferrol, o cartagena, destinos que le habian tocado para cumplir con el tio pepe. Pero yo no lo haria ahora. ¿Porque el si, y yo no?

A menudo lo hecho de menos, intento buscarlo, pero no esta, solo quedan un par de fotos, y cuatro cosillas suyas, y eso si, algun que otro recuerdo. Pero cuando aveces me habla no lo entiendo, no se porque no lo entiendo. Pero el era feliz, y no se que cambio. y el tampoco sabe explicarmelo.