Hasta que la muerte os separe

Era una pareja de jovenes, como otra cualquiera que se pudiera encontrar.
Hacia mucho tiempo que se conocian, pero Cupido no dirigio sus flechas hacia ellos hasta que ella cumplio los 20 años.
Desde aquellas navidades no dejarian de verse ni un solo dia. Aunque fuera un instante, un suspiro,...
Una noche fria de invierno, juntos al amparo de la fria lluvia, el le sugirio que podian hacer mas estrecho su vinculo, mezclando sus sangres. Al principio, lo dijo con la boca pequeña, porque no creia que ella fuera lo suficientemente fuerte como afrontar algo asi.
Ella lo escucho y sin vacilar dijo que si, que como lo hacian. Un poco confuso, pero alegre por oir sus palabras, se puso a buscar algo con lo que hacer brotar unas pequeñas gotas de sangre. En seguida encontro unas tijeras algo viejas y se apresuro a desinfectar parte de su hoja con un mechero. Tras esto se dirigia a hacerse un corte en cualquier sitio de la mano cuando ella le cogio del brazo y le djo que no lo hiciera, que ella se lo haria y luego el a ella, ya que le asustaba el auto inflingirse daño.
Asi lo hicieron, primero el, y luego ella sesgaron una pequeña porcion de piel de sus manos, por las que rayo un pequeño, pero intenso flujo de sangre. Inmediatamente juntaron sus cortes y la sangre de uno penetro en el torrente sanguineo del otro. Ambos habian jurado que nunca se seoararian.
Felices por el amor que se profesaban mutuamente se abrazaron y besaron largamente,...

Años mas tarde ella se caso con Alberto, con el que vivio dos años y se separo.
El nunca se caso, y ya octogenario, en su lecho de muerte, evoco con lagrimas en los ojos y un hondo pesar, todos los años, todos los dias que permanecio esperandola sin saber noticias suyas, y el juramento que le hizo de no dejarla nunca.